En mi caso, casi todas. Un día a las lumbreras, a buscar murciégalitos (murciélagos), otro a las rastreras (toboganes naturales), el siguiente a la cueva de los quintos, a jugar al escondite o en la charca de enfrente a coger renacuajos y el otro a ver si le quitábamos algún tomate al tío Higinio que era quien cultivaba las huertas. Porque si ahora Perejón esta bonito, plagado de amapolas, antes era una huerta de medio km :empezaba un poco más abajo del pilón (abrevadero).
Yo creo que todos lo hemos hecho.
¿ Quien de las pasadas generaciones no paso alguna tarde en Perejón ?