Una marcha para disfrutar de las vistas desde la cima del cerro de las Maricas y del cerro de la Atalaya como en esta foto ya la organizó hace poco tiempo Quijotes en Ruta y prácticamente ningún guardiolo se apuntó a ella (por cierto que ese día la climatología guardiola jugó una mala pasada y cayó una "pelpa" buena de agua que hizo que se pudiese coronar el cerro de las Maricas pero no el de la Atalaya). A mi juicio tenemos un problema endémico los guardiolos, que es que no valoramos lo que tenemos. Seguro que si se ofreciese esta actividad a forasteros o extranjeros, otro gallo cantaría y se correría la voz de las bellezas paisajísticas de este pequeño pueblo toledano cercano a Madrid.