Resulta triste que al final no se haya hecho nada por reconstruir el último vestigio de molinos de viento que había en nuestro pueblo. Aprovecho para recordar que si se invirtiese sólo un poco de dinero en la rehabilitación de las cuevas del Arrabal que se comenzó y se paralizó después podríamos empezar como pueblo a tener atractivo turístico para que esto ayude a levantar la maltrecha economía de nuestro pueblo azotado por la crisis.