Esta foto tiene su mérito porque me costó hacer 10 tomas de la misma para que saliese una medio decente. Mira que si después de haber subido a la cima del cerro de las Maricas no me hubiese salido, tendría que haber subido de nuevo, y "uno ya no está pa muchos trotes" como decimos en La Guardia. Que sepáis que este enclave es uno de los mejores sitios de nuestro pueblo junto con la cima del cerro de la Atalaya para divisar las bellezas orográficas de nuestro pueblo. Así es que quien no haya subido a ver esta vista en persona que disfrute de esta panorámica que está hecha con toda la ilusión del mundo. Al final esta afición por la fotografía panorámica de 360º se ha convertido para mí casi en una obsesión. Ayer mismo que estaba en Santiago de Compostela por motivos de trabajo no pude resistirme e hice una panorámica de 360º de la Plaza del Obradoiro, y es que las aficiones las lleva uno allá donde va.