El ala sur del salón de 'Cepa' - donde está ubicada la mesa de los novios junto a los balcones que dan a la plaza -, ha sido, con diferencia, el sitio por el cual 'corrieron' los billetes más rápido que en las Cajas de Ahorros de la provincia. No me refiero a este momento de la boda en el que los novios, después de tomar la rosquilla y el refresco, pendiente de servir, se preparaban para recibir el regalo de los invitados ( veinte o cuarenta duros, dependiendo si eras o no 'del asa la olla') y dar a los padres de familia un purito Álvaro ( 125 puros, son para una boda importante). En este salón que fue casino hasta los años de la Transición, y exactamente ahí, se colocaba una mesa grande, tipo salón-comedor de familia numerosa, en la que se apostaban los jugadores con sus billetes manoseados, apostando al 'paño' izquierdo, al derecho o 'a caballo' (a ambos simultáneamente) en ese famoso juego tan pernicioso y peligroso llamado 'bacarrá'. Los mozos que no éramos socios y subíamos a ' echarnos un medio ' al bar nos daba la tentación y el azar hacía el resto. Lo dicho : nunca vi tanto billete 'amontonao'.