Camara de la iglesia, que esta situada entre el tejado y la bóveda central, donde esta el ojo de buey.
LOS ESCENARIOS DE LA VIDA: Edificios. Iglesia Parroquial
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Son rincones interesantes de la iglesia que pocos conocen. Ahí un breve resumen de como se llega y su acceso.
Para subir al ojo de buey, hay que subir por la torre, después de subir bastantes escalones, se llega a una puerta no muy grande. Al pasar da un poco de impresión al ver toda la bóveda, llena de vigas enormes de madera y esa cámara tan grande, sin suelo recto nada más que la bóveda, que a los lados hay una altura considerable. Se pasa por unos tablones estrechos de madera con precaución de no caer. Se llega al ojo de buey y las vistas son magnificas.
Al fondo hay una escalera de madera por donde se sube a la “media naranja” o cúpula central, se pasa por un agujero de menos de un metro de ancho por uno de alto. Allí se llega a la cúpula central de la iglesia, de donde sale la lámpara. Hay que subir con una cuerda por la cúpula, donde hay que ir con cuidado de no escurrirse, a los lados hay como pozos. En lo alto hay ventanas con cristales, una de ellas es una puerta de madera desde ahí se ve todas las cornisas y todos los bancos. Es impresionante ver la iglesia desde esa altura.
Más que privilegio había que tener necesidad. En otros años de crisis continua, la mayoría de los muchachos se "colaban" por la puerta de la torre para coger palomas. El sistema debía ser fácil porque las idas y venidas eran diarias. Me contaban que había que llevar un clavo muy grande para abrir la puerta por dentro porque don Francisco, el cura, la cerraba cuando terminaban los monaguillos de repicar a misa y dejaba dentro a los chavales. A algunos, bien por la escasez de aves o por la facilidad con la que llenaban la bolsa, se les echaba el tiempo encima, se acababa la misa y les cerraban la iglesia; y para esa puerta no había clavo. Los quintos del 78 pedimos permiso a don Marcelino y fue la única vez que subí a las alturas junto a cinco o seis más. Resultado: medio saco de palomas para la cena. Otro resultado: agujetas en la entrepierna de estar a horcajadas a varios metros de altura en una viga cuadrada . La ventana de la media naranja era un punto estratégico y me tocó a mí.
Para subir al ojo de buey, hay que subir por la torre, después de subir bastantes escalones, se llega a una puerta no muy grande. Al pasar da un poco de impresión al ver toda la bóveda, llena de vigas enormes de madera y esa cámara tan grande, sin suelo recto nada más que la bóveda, que a los lados hay una altura considerable. Se pasa por unos tablones estrechos de madera con precaución de no caer. Se llega al ojo de buey y las vistas son magnificas.
Al fondo hay una escalera de madera por donde se sube a la “media naranja” o cúpula central, se pasa por un agujero de menos de un metro de ancho por uno de alto. Allí se llega a la cúpula central de la iglesia, de donde sale la lámpara. Hay que subir con una cuerda por la cúpula, donde hay que ir con cuidado de no escurrirse, a los lados hay como pozos. En lo alto hay ventanas con cristales, una de ellas es una puerta de madera desde ahí se ve todas las cornisas y todos los bancos. Es impresionante ver la iglesia desde esa altura.