Año 1978, una merienda en la Fuente Larga, los abuelos, Faustino Morales y Severiana Muñoz, nietos, de pie Palomi, José-Mari y José Vicente, sentados, Loli, Juan José y Juan Carlos.
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La Fuete Larga, fue una de las zonas más verdes de La Guardia, donde los mozos iban de broma, o a lavar la lana que se compraba cuando unos novios se casaban. Cuando esquilaban a las ovejas en primavera, las parejas de novios que pensaban casarse ese año se compraban los vellones de lana que necesitaban para hacer el colchón. Pero esta lana se tenía que lavar, y que mejor sitio que La Fuente Larga para ello, pues allí corría un reguero con bastante agua. Ese día se iba toda la familia y se hacia un día de romería.
Es un lugar con muchos Olmos o “Álamos Negros” (como se les dice en el pueblo), numerosas zarzas, y sobre todo mucha agua, pues allí esta el manantial que nos ha suministrado agua hasta hace unos pocos años.
Pero los Olmos siempre han tenido un enemigo, la graciosis, una enfermedad provocada por un insecto, un pequeño escarabajo que lleva un hongo en la saliva, y este hongo es el que daña y seca el árbol. Los olmos vuelven a brotar de nuevo pero cuando el árbol hace madera este escarabajo se introduce de nuevo entre la corteza y la madera poniendo los huevos y criando, no dejando crecer al árbol. A mediados de los años 80 una cepa especialmente virulenta acabó con todos los Olmos, no solo con los de La Guardia sino con los de toda España.
Sería maravilloso que volviera todo el esplendor de los Olmos a este y otros parajes de nuestro pueblo.
Y después de lavar la lana, secarla, varearla, cribarla, motearla y no se sabe cuántas cosas más, había que hacer el colchón. Yo el recuerdo que tengo al respecto es que cuando estaba la lana colocada , encima de la tela- largo, ancho y alto- a punto de darle las puntadas definitivas..., me tiraba de plancha en el mismo centro del colchón con el consiguiente varazo en el culo, seguido de alguna maldición o viceversa, por parte de alguna de la familia que llevaba bastantes horas currándoselo. Como Menua seguro que sabe la técnica de fabricación de un colchón de lana, que nos lo cuente cuando tenga un rato. Por cierto, aunque hay menos sombra, los mozos y sus amigos seguimos yendo de broma a la Fuente Larga.
Es un lugar con muchos Olmos o “Álamos Negros” (como se les dice en el pueblo), numerosas zarzas, y sobre todo mucha agua, pues allí esta el manantial que nos ha suministrado agua hasta hace unos pocos años.
Pero los Olmos siempre han tenido un enemigo, la graciosis, una enfermedad provocada por un insecto, un pequeño escarabajo que lleva un hongo en la saliva, y este hongo es el que daña y seca el árbol. Los olmos vuelven a brotar de nuevo pero cuando el árbol hace madera este escarabajo se introduce de nuevo entre la corteza y la madera poniendo los huevos y criando, no dejando crecer al árbol. A mediados de los años 80 una cepa especialmente virulenta acabó con todos los Olmos, no solo con los de La Guardia sino con los de toda España.
Sería maravilloso que volviera todo el esplendor de los Olmos a este y otros parajes de nuestro pueblo.