Humilde, esperamos ansiosos que nos documentes esta imagen. Ha tenido un gran éxito la información que nos has ofrecido sobre el Pósito, la gente me da felicitaciones para ti. Muchas gracias por colaborar.
Esperando que alguien nos documente, técnicamente, el origen, estructura y funcionalidad de este modelo de arquitectura rural..., me limitaré a contar, entre otros, el uso y disfrute que se hace de él en las horas más difíciles. En el campo guardiolo era normal construirse un horno en la linde de la finca o "a medias" con la del vecino con la finalidad de refugiarse de las "nubes" (tormentas) que en primavera y verano sorprendían a más de uno. En la siesta también se agradecía la sombra del horno. La materia prima estaba asegurada: la piedra y la tierra. Parece que el nombre se le da por su forma cóncava, idéntica a los hornos de cocer pan, cerámica, y todo lo demás. Se fabrican como los iglús pero con la particularidad de que la piedra no suelda como el hielo; los esquimales consiguen una semiesfera perfecta y en La Mancha nos conformamos con un toque más gótico. Los hay simples, de piedra con una cobertura de tierra seca: y más sofisticados, con masa de tierra, agua y paja. Pero no sólo las personas necesitaban refugio: las mulas y borricos también. Era normal construir un corral contiguo al horno, con pesebre incluído, en el que las caballerías podían comer, estaban recogidas y mucho más seguras ante cualquier fenómeno atmosférico.