Ser reina de las fiestas conllevaba una serie de gastos ( decían que con un millón, de los de entonces, no lo hacían) y que no podían soportar todas las familias: hasta bien entrada la democracia se elegían "a dedo" entre las pocas chicas que tenían más recursos económicos. Fue en 1980 cuando se organizó la verbena del 14 de agosto para elegir democráticamente a la reina y damas de honor entre todas las chicas del pueblo que se presentaban. Pero el problema económico parece que no se solucionó del todo hasta pasados los años que la comisión de festejos empezó a " arrimar el hombro".