El chico de la foto no se llamaba Toni, se llamaba César.
Durante muchos años al ritmo de su música, los mozos y las mozas de La Guardia, bailamos, nos reímos, y porque no decirlo, también nos besamos y algunos se enamoraron y se casaron.
Muchos de los jóvenes guardiolos que ahora leéis esto sois el fruto de otra pareja de jóvenes que, en aquellos bailes al ritmo de la música que ponía Toni, no solo cruzaron sus miradas, sino que cruzaron sus vidas.
Aquellos chicos del ayer hoy son vuestros padres, como vosotros lo seréis de vuestros hijos, y así, sigue la vida....
Toni era más que un disjokey era 'nuestro' disjokey, hoy es una persona entrañable para todos aquellos que vivimos aquella época.
Ya no está con nosotros pero está en nuestra memoria y le vamos a hacer un homenaje, porque se lo merece.
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