Año 1994, Miguel López, Eulogio Morales, Flores Hijosa, Amancio Nuño, Miguel Potenciano y Amancio (el de la calle La Rosa) haciendo un descanso en su tarea de la poda.
Rate this file (Current rating : 4.9 / 5 with 7 votes)
No hace tantos años, cuando no había vitrocerámica, ni microondas, ni radiadores eléctricos, ni gas ciudad ni bombonas de butano, ni infernillos de petróleo; los sarmientos y otros "desechos" de poda ( biomasa se llama ahora), se utilizaban para cocinar y para calentarse, entre otros. Ahora se podan las viñas y luego pasa el tractor y los recoge y amontona en el cornijal de la viña para pegarles fuego. Antes se cogían uno a uno, bien colocaditos y se hacían gavillas lo más compactas posible para facilitar su transporte a la sarmentera que solía estar en el domicilio para tenerlos muy cerca. Tener una buena sarmentera era como ahora llevar ropa de marca y poseer un buen "buga" o tener una casa con muchos balcones: ostentar de pudiente. Y que no se le ocurriera a ningún mozo, sin sarmentera, "pedir" (solicitar matrimonio) a la niña bonita de cualquier padre de estos. El personaje de "gracias al chaquetón" ( expresiones guardiolas) debía tener una buena sarmentera con vistas a la calle.