ESPARTO: Es una palabra que procede del latín "spartum" y ésta del griego "spartos", especie de retama para trenzar cuerdas. Planta gramínea que se cultiva en terrenos pobres y secos, de hojas radicales y muy largas de apariencia filiforme. Se obtienen unas fibras muy fuertes (ramales) con las que se forman las cuerdas de esparto y que se dividen en cordelillo (2 ramales), vencejo (3 ramales), collazo (5 ramales) y pleita (15 a 21 ramales). Para la elaboración de pleitas se emplea el “esparto crudo”, empapado previamente en agua para hacerlo más manejable, con las que se confeccionan esteras, espuertas o serijos. Con el esparto cocido y machacado después para suavizarlo, se hacen las sogas, ataeros o alpargatas. En La Guardia lo encontramos en los cerros, formando "roales" o atochas y para arrancarlo hay que ayudarse con un palito al que se enrolla para no sacar las raíces. El espartero es la persona que se dedica a estas labores.
Una cita: "Doña Paula, subida a una plataforma, ante un pupitre verde, repasaba los libros del comercio y en serones de esparto y bolsas grasientas contaba y recontaba el oro, la plata y el cobre o el bronce que Froilán iba entregándole". La Regenta, de Leopoldo Aas Clarín (1.884).
Una cita en El Quijote: "Aunqur soy rústico, mis carnes tienen más de algodón que de esparto.
Un refrán: "Del ábrego y de ligas de esparto, no fiarse un cuarto".