Hace días , leyendo una página web sobre los hermanos de leche y sobre la desaparición de estos en la actualidad, me acordé de Alejandro Mata. Una vez le pregunté a mi padre por qué saludaba a don Alejandro con tanto afecto (vamos que dada la diferencia de clase no me encajaba mucho). Es mi hermano de leche, decía.Y me contó que cuando nacieron, su melliza y él (de ahí "el medio"), allá por 1914, mi abuela tuvo problemas para dar de mamar a los dos y la madre de Alejandro se prestó a amamantarle. Me lo contaba como una cosa normal que pasaba antes cuando no había leche de farmacia.